La educación que reciben niños, niñas y jóvenes indígenas de familias jornaleras agrícolas migrantes (FJAM) en México ha sido todo un reto para el Sistema Educativo Mexicano desde hace más de 30 años. Hoy en día, la coyuntura marcada por la emergencia de la pandemia por la Covid-19 agudiza la situación de desigualdad y exclusión social, económica y educativa, que dicha población enfrenta.