Raúl Candelaria

La vida se consume como vela

y los monstruos no son más que un reflejo

de aquellos que atrapados en el tiempo

buscan y esconden viejas calaveras.

Las horas se le escapan al poeta

que pule y edifica nuestros sueños,

si no le cuestionamos esos versos,

¿qué futuro se esperan nuestras letras?

Habrá que remoldear la parafina

de la vela que en humo se convierte.

Habrá que retomar las elegías

y toda la poesía de un continente.

Dejemos ya morir a los puristas.

Dejemos ya morir al Occidente.