Editorial #8

Todo se muestra un poco burdo, es el minuto previo a la aparición de la humanidad; en un lugar pedregoso un rostro simiesco observa con curiosidad los restos óseos de un animal, uno, en particular, llama su atención (parece ser un fémur). Lo toma y, casi sin querer, golpea las otras partes de la osamenta; ante su asombro, las astillas saltan por los aires. El mono, frenético, empieza a golpear con contundencia el cráneo del animal muerto. Se escribe así un acontecimiento silencioso en la vida de esta especie, este primate ha “inventado” un arma que le permitirá cazar y sobrevivir, por ello, mientras esto ocurre, el director superpone imágenes de animales que, en el futuro, caerán aniquilados por esta “herramienta”. Una segunda escena sitúa a este mono con otros miembros de su grupo que, como él, han logrado entender el valor de las armas; otro grupo los ataca. Los recién llegados son, aparentemente, más fuertes y agresivos. No se explica, pero parece que esa escena se ha repetido cientos de veces en esa planicie. Los monos, poseedores y conocedores de la contundencia del nuevo objeto, logran imponerse matando a uno de los“enemigos”, asentándole un golpe en la cabeza. Uno de estos protohumanos, el vencedor, lanza al cielo el hueso que, el director de 2001: Odisea del espacio, Stanley Kubrick,
transforma, por medio de una interesante elipsis, en una nave espacial. Para el director ha surgido así, en esta narrativa, la historia humana. Si las cosas ocurrieron así poco importa, es cierto que suena más a un mito fundacional o a una justificación, el hecho es que, desde el surgimiento de la humanidad, entendiendo ésta como resultado de una culturalización, la violencia se ha encontrado presente. La experiencia nos aprueba para afirmar que, en el corazón de la humanidad habita el parásito trans social de la violencia. No es, sin embargo, algo que podamos aceptar de buena gana, por ello, sigue siendo importante reflexionar sobre ella, máxime, cuando ésta se ha sofisticado. Tal reflexión se hace urgente cuando observamos que, como los monos de marras, seguimos empleando nuestro mayor ingenio en hacer la guerra. Los textos que acompañan este Dossier abordan, desde diferentes lugares, el tema de las violencias, en plural, pues estas se encuentran, a veces, en las más sutiles e inesperadas expresiones humanas.

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