Pasión por la trama en tres tiempos. Homenaje a Sergio Pitol en la facultad de Filosofía y Letras

Anamari Gomís

A pocos días de la muerte del escritor Sergio Pitol, premio Cervantes 2005 entre las muchas otras distinciones que tuvo, la Facultad de Filosofía y Letras inició el homenaje nacional, en el que participaron la Coordinación de Difusión Cultural de la unam, la Universidad Veracruzana, la Secretaría de Cultura a través del Instituto Nacional de Bellas Artes y la Secretaría de Relaciones Exteriores. El 17 de mayo inauguramos en el Aula Magna de la Facultad “Pasión por la trama en tres tiempos. Homenaje a Sergio Pitol”. Este tributo se llevó a cabo con tres mesas redondas. La primera llevó el subtítulo de “Todo está en todas las cosas”, que es como se llama el capítulo inicial de su libro El arte de la fuga (1996). Los escritores Rosa Beltrán y Rafael Pérez Gay inauguraron la primera mesa redonda, junto con autoridades de las instituciones convocantes. La Doctora Beltrán, directora de la Dirección de Literatura de la unam y escritora, se refirió a un viaje que realizó con su marido y con Sergio Pitol a Rusia, en el cual visitaron la casa solariega de León Tolstoi, llamada Iannia Poliana. La aventura resultó literaria y humorística gracias a Sergio, que escribía todas las noches en su diario y discurría sobre asuntos de la escritura durante el día. El narrador Rafael Pérez Gay hizo hincapié en cómo sus amigos cercanos de la Facultad, cuando estudiaban Letras Francesas en la década de los ochenta, escogieron la obra de Sergio Pitol como la de uno de los autores mexicanos más subyugantes y diferentes de aquel momento. Con los años el trabajo de Pitol creció y se hizo mucho más extenso y la pasión por las tramas pitolescas continuó entre Pérez Gay y sus colegas.

En la segunda mesa redonda, “El lenguaje lo es todo”, José Luis Martínez S., se refirió a una entrevista que Pitol le concedió en 2013, cuando ya padecía una afasia que empeoró con el tiempo. Gran conocedor de los libros del escritor veracruzano, se valió de eso para diseñar una crónica de ese encuentro. Ana García Bergua escribió sobre el “universo Pitol” y el deslumbramiento que sus cuentos, novelas y ensayos provocan en el lector. Mencionó su gran labor de traductor y talento paródico, amén de su creación de personajes siniestros, algunos, pero inolvidables. Luz Fernández de Alba presentó una exhibición en power point de los libros que Pitol publicó a lo largo de su vida, al tiempo que habló de su amistad con el autor y de las reflexiones que él constantemente hacía sobre la literatura.

En la mesa de cierre participamos Braulio Peralta, Ernesto Resendiz Oikon y yo. Braulio, periodista y editor, se centró en el quehacer editorial del autor de Pasión por la trama, en el apoyo que a este respecto le brindó el narrador y, desde luego, se ocupó de la narrativa que le valió a Pitol varios e importantes premios literarios. Resendiz Oikon abordó El desfile del amor y lamentó que el extraordinario escritor nunca se hubiera pronunciado por los derechos de los homosexuales. Yo hablé de los muchos años de cercanía amistosa con Pitol, aunados siempre a la lectura de sus libros.

Los homenajes se continuaron fuera de la unam. Pero, como todos sabemos, no existe mayor consideración que leer la obra del gran escritor que ha sido Sergio Pitol, un transgresor de la solemnidad en la literatura mexicana, productor de atmósferas excéntricas, de historias que surgen como muñecas rusas, de una prosa cuidadísima, que describe mundos heterogéneos, geografías distantes, personajes insólitos que forman una literatura única en nuestro escenario literario del México contemporáneo. Nos hacen falta nuevos encuentros como el de “Pasión por la trama en tres tiempos” para dedicarnos a la abundante escritura ensayística, entre autobiográfica y crítica, del magnífico
Sergio Pitol.

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