La libertad de credo lograda por Jorge Amado en Brasil: Atisbos de su compromiso humanístico y participación política
José Oscar Luna Tolentino
O romancista do povo fundiu-se ao
próprio povo e tornou-se intérprete
e arauto de suas lutas e esperanças.
E foi nessa condição que ele se sentou
na cadeira de Obá do Axé Opô Afonjá.1
Ruy do Carmo Póvoas
En este trabajo presentaré de manera sucinta, cómo y por qué el novelista bahiano Jorge Amado logró la libertad de credo en Brasil en 1946, al ganar el cargo de diputado por el Partido Comunista Brasileiro. Por una parte, mostraré su compromiso humanístico a favor de los desfavorecidos, principalmente hacia la cultura popular de la población afrobrasileña, hecho constatado en las primeras obras que publicó; por otra parte, señalaré cómo esta postura de abogar en el plano literario, le acarreó ser perseguido y encarcelado en algunas ocasiones; todo esto para comprender su aportación a la libertad de culto en su país. Jorge Amado posteriormente se dedicó a los cargos que ostentó en el Candomblé afrobahiano, principalmente, en el grupo de Mãe Menininha dos Gantois.2
Para empezar este recorrido, iniciaré recapitulando la primera fase de este novelista que se inicia en 1931, cuando en Río de Janeiro sale a la venta por la editorial Schmidt, O país do Carnaval; sucesivamente publica Cacau en 1933, en la editorial Ariel. En esta misma casa se da a conocer Suor en 1934; ese mismo año, pero ahora por la editorial José Olympo, se publica Jubiabá. En 1936, después de sufrir por vez primera la prisión, sale a la luz Mar morto y Capitães da Areia es publicada en 1937. Este primer bloque de obras está marcado por su compromiso social y político, son las novelas en que más se puede apreciar su militancia. Es un periodo muy complicado, ya que, por los temas trabajados en éstas, se le tachó de subversivo; por ejemplo, en 1936 es acusado de participar en la “Intentona Comunista”, por lo que fue detenido en Río. El joven Jorge Amado, inquieto por la persecución en su contra, decide ausentarse un poco del Brasil y viaja por América Latina, llegando finalmente a los Estados Unidos. En su regreso a Belém, se entera del golpe de Estado de Getulio Vargas e intenta resguardarse en Manaus, pero es otra vez apresado. Llegó a tal grado la intolerancia y el abuso, que estos libros referidos fueron quemados en la plaza pública de Salvador Bahía, por orden de la “Sexta Região Militar”. Se presupone que ardieron en las llamas 1.694 ejemplares de estas seis novelas. Amado sufrió el encarcelamiento todo ese año y fue puesto en libertad hasta 1938. Publicó dos novelas más de marcado compromiso político: el ABC de Castro Alves […] y un año después en Buenos Aires, Vida de Luiz Carlos Prestes, el caballero de la esperanza, por la Editora Claridad.
Ahora, ¿por qué fueron consideradas subversivas estas novelas al grado de que su autor fuera privado de la libertad en dos ocasiones y su producción literaria quemada? En este trabajo intentaré desmenuzar de manera somera pero concisa, algunos pasajes significativos de estas obras, para tratar de comprender por qué fueron censuradas y, sobre todo, cómo logró este narrador que la libertad de culto se concretara en Brasil. Iniciemos el bagaje de su compromiso humanístico en estas piezas literarias.
Ahora, ¿por qué fueron consideradas subversivas estas novelas al grado de que su autor [Jorge Amado] fuera privado de la libertad en dos ocasiones y su producción literaria quemada?
En O País do Carnaval, Jorge Amado plasma algunos pasajes autobiográficos que son significativos, por ejemplo, el protagonista es hijo de un hacendado que se prepara como licenciado en derecho y se relaciona con un grupo de “intelectuales” que intentan sobresalir a través de su trabajo en una revista. La perspectiva crítica de esta novela se refleja en la desilusión de Paulo Rigger, el personaje principal: ¿cómo explicar que Brasil, siendo un país con tanta riqueza natural y humana, tenga tantos problemas sociales y políticos que merman su desarrollo? Rigger no comprende cómo la fiesta y el carnaval se imponen: “—Os deputados são todos assim?— Todos. Uma corja. Uns ladrões. […] A revolução cortaria a cabeça a um grande número de políticos, pagaria a dívida externa de o Pais […]”.3 Ésa es la crítica mordaz que realizó Amado cuando contaba con 18 años de edad al publicar esta obra que no agradó a ciertas parcialidades políticas que se enteraron o leyeron la obra.
Continuando con esta crítica social y política, en Cacau se evidencia la vida injusta que sufrían los peones en las haciendas de cacao en el nordeste brasileño; esto es, la tienda de raya que recluía a los trabajadores a “alquilarse” y no lograr saldar su deuda nunca. La intención literaria de Jorge Amado era documentar en la ficción para que se visibilizaran estas atrocidades. En este sentido, José Cordeiro, el narrador y protagonista, enfocará los abusos del coronel Manuel Misael de Souza Telles, a quien sus trabajadores llamaban como el “roba todo”. Como se puede entrever en las siguientes líneas, la explotación humana era atroz: “La despensa se llevaba todo el saldo. La mayoría de los trabajadores le debían al coronel y estaban atados a la plantación. También ¿quién entendía las cuentas de João Vermelho, el encargado de la despensa? Éramos unos analfabetos. Debíamos […]”.4 En la obra se muestra parcialmente la vida de estos jagunzos, que eran asesinos a sueldo que servían al terrateniente, como es el caso del personaje Honorio, que había conocido y acompañado a canganceiros como Lucas da Feira y Lampião y a los diez años había perdido la cuenta de cuántos muertos llevaba. El propósito de la obra consistió en generar cierta conciencia: “Traté de contar en este libro, con un mínimo de literatura y un máximo de honestidad, la vida de los trabajadores de las plantaciones de cacao del sur de Bahía. ¿Será una novela proletaria?”5 José Cordeiro se percata de todo, se enamora de la hija del coronel, pero no se deja seducir por esa forma de vida, termina alejándose para ir a la huelga e intentar hacer algo por sus camaradas.
Por su parte, en Suor, la voz narrativa enfoca e incide en la problemática que sufrían numerosas personas en la completa miseria en una “colmena” humana, un edificio ubicado en la Ladeira del Pelourinho # 68: “Um mundo fétido, sem higiene e sem moral, com ratos, palavrões e gente. Operários, soldados, árabes de fala arrevesada, mascates, ladrões, prostitutas, costureiras, carregadores, gente de todas as cores, de todos os lugares, com todos os trajes, enchiam o sobrado”.6 Que Amado enmarque la historia en la Ladeira do Pelourinho resulta sumamente significativo, ya que esta calle es una de las partes más antiguas de la ciudad de Bahía. En este escenario, por ejemplo, en la época de la colonia, se castigaba a los negros esclavos que desembarcaban en el muelle y eran encaminados a la parte alta de la ciudad, este paseo era de alguna forma, diversión de los señores de los ingenios que observaban desde los balcones; asimismo, es el espacio en donde converge todo el pueblo bahiano por ser la calle principal. El lugar se componía de 116 cuartos, en el que malvivían un aproximado de 600 personas; la escalera que comunicaba los diversos pisos era el hilo conductor en el que se entrecruzaban las múltiples historias. El eje rector de la trama corresponde al personaje Álvaro Lima, quien se percata de la injusticia que padecen todos los inquilinos de este lugar. Éste intenta cambiar la situación de miseria y, en un primer momento, propone reuniones para intercambiar experiencias y propuestas de acción para generar conciencia: “É preciso acabar com as explorações. Nos somos muitos, pobres, sujos, sem comida, sem casa, morando nesses quartos miseráveis. Explorados pelos ricos que são poucos… É preciso que todos nós nos unamos, para nos defender… Para a revolução dos operários”.7 En el desenlace de la novela, la mayoría de los habitantes se lanzan a la calle a apoyar la huelga de los trabajadores del tranvía, pero todo acaba con la muerte de Álvaro, quien va acompañado de sus camaradas Henrique, el Colorado y el Dientes para afuera. Linda, que era su compañera sentimental, no baja los brazos y continua adelante con las demandas, al final de cuentas, nada cambia, los habitantes de este edificio continúan con sus míseras vidas.
En Jubiabá, Jorge Amado recrea la vida de Antonio Balduino, un negro que después de vivir y conocer las injusticias del interior de Bahía, decide, hacia el final de la historia, ser líder de los huelguistas en los muelles. Este tipo de personaje que era emblemático en la literatura de cordel de la ciudad de Salvador Bahía, un negro malandro que al final de cuentas moría a traición; en esta novela, el narrador le concede un nuevo sentido: no será un vago sin sentido, sino que, con base en sus aventuras y los sortilegios que vive, se percatará de los abusos e intentará luchar por aniquilarlos: “Um dia Antônio Balduíno partirá num navio e fará greve em todos os portos. Nesse dia dará adeus também. Adeus, minha gente, que eu já vou Zumbi dos Palmares brilha no céu. Sabe que o negro Antônio Balduíno não entrará mais pelo mar para a morte. A greve o salvou. Um dia ele dará adeus e agitará um lenço do tombadilho de um navio”.8
En Mar morto, la trama de la historia gira en torno de una canción que pertenece a los muelles de Salvador, Bahía: “É doce morrer no Mar”. Guma y Livia luchan por su amor, por sobrevivir en la dura vida de los marineros y pescadores. Si bien, la novela, como ocurre en Jubiabá, se centra en descubrir algunos misterios de las ceremonias que se desarrollan en el Candomblé afrobahiano, en el fondo es una dura crítica a los abusos que suelen enfrentar estos hombres que viven de su trabajo en altamar. Ejemplo de ello es la historia de Traíra, quien al fallecer deja a su esposa y a sus tres pequeñas hijas desprotegidas, ya que no contaban con seguro de vida: “E falava na mulher, na família, nas três meninas. No seu delírio ele via um navio enorme, um transatlântico, ancorado no cais. Vinha buscã-lo para o fundo do mar, não era mais um navio, era uma nuvem negra de tempestade que ancorava no cais. […] Onde está sua mulher, onde estão suas filhas para lhe darem adeus?9 Ésa es la intriga en la novela, los pescadores al salir a trabajar, en cualquier momento, podrían dejar de existir y nunca más regresar; las viudas sólo tenían tres caminos a seguir: salir a la calle a sobrevivir de limosnas, convertirse en sirvientas o terminar prostituyéndose. Guma, al nacer su hijo y percatarse que los ingresos no le alcanzan para los gastos básicos, decide trabajar en el contrabando de mercancías, no tenía otra opción. Como es de suponerse, en una tormenta sacrifica su vida al salvar al hijo de un pudiente: el árabe Toufick; en este sentido, los marineros que mueren ahogados de esa manera, se van con Iemanjá a su reino, que son los siete mares. Empero, el destino de Lívia es el ya mencionado, pero en el desenlace de la novela, ella junto a Rosa Palmeirão, se embarcan para trabajar en ese oficio de hombres y no terminar prostituyéndose para sacar adelante a su hijo:
No cais o velho Francisco balança a cabeça. Uma vez, quando fez o que nenhum mestre de saveiro faria, ele viu Iemanjá, a dona do mar. E não é ela quem vai agora de pé no Paquete Voador? Não é ela? Ela é, sim. É, Iemanjá quem vai ali. E o velho Francisco grita para os outros no cais:
— Vejam! Vejam! É Janaína.
Olharam e viram. D. Dulce olhou também da janela da escola. Viu uma mulher forte que lutava. A luta era seu milagre. Começava a se realizar. No cais os marítimos viam Iemanjá, a dos cinco nomes. O velho Francisco gritava, era a segunda vez que ele a via.
Assim contam na beira do cais.10
En Capitães da Areia, Jorge Amado recrea la vida de un grupo de niños en situación de calle: Pedro el Bala, el Gordo, el Gato, el Sin Piernas y todos los demás capitanes, pero, sobre todo, Dora; estos personajes resultan entrañables (la trama se desprende de Jubiabá y Mar morto). La voz narrativa hace una crítica oblicua que es muy fuerte: ¿qué hace el Estado por estos muchachitos que sufren la orfandad, pero principalmente, qué hace la sociedad ante este mal que duele? La responsabilidad es compartida y corresponde a todos en cierta medida. Lo más fácil es invisibilizar o en el peor de los casos criminalizar, esa visión prejuiciosa se puede percibir en las siguientes líneas: “Esse bando que vive da rapina se compõe, pelo que se sabe, de um número superior a 100 crianças das mais diversas idades, indo desde os 8 aos 16 anos. Crianças que, naturalmente devido ao desprezo dado à sua educação por pais pouco servidos de sentimentos cristãos, se entregaram no verdor dos anos a uma vida criminosa”.11 Este extracto es el recorte de una nota periodística que sirve de punto de partida para comprender que no son ladrones, ni criminales, sino unos niños desprovistos de todo: de un hogar, de educación, de servicios de salud, por lo tanto, tienen que sobrevivir como su inocencia les dicta. Estos pequeños crecen, obviamente, y se convierten en adultos los pocos que no sucumbieron en el camino (muertes, encarcelamientos) y se terminan separando y buscando cada quien su propio sendero. Pedro el Bala, el protagonista, se vuelve un líder a favor de la defensa de los trabajadores explotados: “Anos depois os jornais de classe, pequenos jornais, […] publicavam sempre notícias sobre um militante proletário, o camarada Pedro Bala, que estava perseguido pela policia de cinco estados como organizador de greves, como dirigente de partidos ilegais, como perigoso inimigo da ordem estabelecida”.12 En el desenlace de la obra, este personaje termina en la cárcel, sus simpatizantes además de buscar liberarlo, siguen su ejemplo de tenacidad por intentar erradicar las injusticias.
En el ABC de Castro Alves, el bahiano rinde un homenaje a su paisano, el poeta libertario del siglo xix, Castro Alves. En la trama se narra su vida, sus orígenes, sus amores, pero sobre todo, su producción poética comprometida y política. Este significativo artista es encomiado como el poeta que creía que la poesía es la mayor arma del Pueblo y que en la plaza pública se gestan las naciones libres: “Castro Alves nasceu sob o signo do amor mais livre, dos instintos lutando contra os preconceitos, do homem procurando a sua felicidade contra tudo e contra todos”.13 Este gran poeta bahiano es emblemático por varias razones, luchó en contra de la esclavitud y a favor de la independencia de Brasil. Su poema “O Navio negreiro” es símbolo de esta lucha, Amado lo recrea como un bahiano prócer de la libertad y que debe emularse en múltiples sentidos.
En el Cavaleiro da Esperança, Jorge Amado llega al momento de mayor carga política en su novelística, dentro de este primer bloque de su producción literaria. El narrador desde la trinchera de la ficción realiza una defensa de la figura de Luis Carlos Prestes: “Nessas terras do Sul, amiga, nasceu Luís Carlos Prestes. E seu nascimento marca o instante em que começa o fim do tempo dos tiranos. Seu nascimento é a prova de que a raça dos esmagados já tinha adquirido suficiente força para derrubar os tiranos e ganhar a liberdade”.14 Amado, al pertenecer al Partido Comunista Brasileño, liderado por Prestes en aquella época, y por haber participado en la “Insurrección comunista” de 1935, fue perseguido y encarcelado, como ya referí. Entre 1941 y 1942 se autoexilia y recorre Argentina, Perú y Bolivia, después viaja a la Europa comunista y no regresa a Brasil hasta 1945, al caer la dictadura de Vargas. Empero, un cambio se gestó en su persona, siguió adelante con su filiación política, pero su compromiso con el candomblé bahiano se fue estrechando. A continuación y de manera breve, analizo cómo propuso la libertad de credo, por qué dejó la militancia política y se consagró a sus obligaciones como ogã y obá, en este sistema de creencias, en el grupo de Menininha dos Gantois.15
La conquista de la libertad de culto
En 1945, Jorge Amado fue propuesto por el PCB como candidato a diputado federal de São Paulo y, para sorpresa de muchos, ganó la elección. Él mismo no creía que sucediera, así que ante tal situación que no lo dejó muy convencido, aprovechó la ocasión para promover, en 1946, quince enmiendas; entre ellas, defendía los derechos de autor y, sobretodo, que se lograra la libertad de culto ya que hasta ese entonces los ataques hacia toda expresión, que no fuera católica, eran violentos y golpeaban sin compasión al sistema de creencias de origen africano:
Essa a minha contribuição para a Constituição Democrática de 1946. Transformada em artigo de lei a emenda funcionou, a perseguição aos protestantes, a violação de seus templos, das tendas espíritas, a violência contra o candomblé e a umbanda tornaram-se coisas do passado. Para algo serviu minha eleição, a pena de cadeia que cumpri no Palácio Tiradentes, constituinte apagado, deputado de pouca valia.16
Ahora, ¿por qué fueron consideradas subversivas estas novelas al grado de que su autor [Jorge Amado] fuera privado de la libertad en dos ocasiones y su producción literaria quemada?
Pero, ¿por qué se enfocó en lograr la libertad de culto? La respuesta no es tan sencilla. Amado, en los rituales de Candomblé, en la suerte de los caracoles, los orixás le encomendaron una misión: conocer, resguardar y cuidar esta religión y sus múltiples manifestaciones culturales. El novelista desde la ficción inició esta defensa y en algunas partes de Jubiabá, Mar morto y los Capitães da Areia, se constata esta lucha: “Yo fui elegido obá porque soy un hombre que luchó toda la vida para defender los derechos de los negros en Brasil, los derechos de la cultura negra, a los negros del pueblo del candomblé”.17 Este trabajo que realizó por años en algunas de sus novelas, pero principalmente en la vida diaria, rindió frutos en la Constitución brasileña, aunque en el fondo, todo estaba iniciado. Con la lectura de estas primeras obras, personalidades como el antropólogo y fotógrafo francés Pierre Verger y el artista plástico de origen argentino Carybé, se reunieron para recrear desde su disciplina artística lo que Amado realizaba desde la narrativa. La contribución de esta triada de amigos se puede apreciar en la Trilogía Entre Amigos, a cargo de la Fundação Pierre Verger que constata estas correspondencias. Sin embargo, no sólo fueron ellos, el grupo era más nutrido y artistas como Hansen Bahia, Mário Cravo, Jenner Augusto y muchos más coadyuvaron a recrear estas manifestaciones populares en sus obras. Redondeando, estos cargos que logró en el candomblé como obá y ogã son de suma importancia, como explica Ruy do Carmo Póvoas, babalorixá del Ilê Axé Ijexá de Itabuna:
Os postos de ogã e obá são uma escola de orixá. Cabe ao ogã o papel de padrino e protetor do terreiro, enquanto o obá é um ministro. Exige-se identidade para exercé-lo, sabedoria e conhecimento. Ogã e obá são autoridades a quem se toma a bênção e fazem parte do alto conselho que dirige o candomblé. Vê-se, portanto, que muitos poucos chegam lá. Somente aqueles que dão testemunho público recebem do orixá tamanha honra.18
A modo de conclusión, Jorge Amado se involucró poco a poco en el candomblé afrobahiano y logró con el trabajo realizado durante décadas, el respeto y la asignación de estos cargos por el compromiso social que asumió al cumplir los mandatos que le encomendaron los santos u orixás. En obras posteriores como Os pastores da Noite (1964), pero sobre todo, en Tenda dos Milagres (1969), este narrador desarrollará más a profundidad la complejidad de este sistema de creencias; por ejemplo, en ésta última obra recrea las “cruzadas” o “cacerías de brujas” que padecían estos centros religiosos por parte del Estado, ataques que eran terribles e inhumanos y sucedían justo antes de lograr la libertad de culto en 1946. Pero la lucha por defender y dar a conocer el candomblé, no concluyó con este logro, sino que prosiguió a tal grado que, en febrero de 1972, Jorge Amado junto a sus cómplices artísticos como Pierre Verger, James Amado, Waldeloir Rego, Mário Cravo y Dorival Caymmi, colocaron una placa en la puerta de la entrada del candomblé do Gantois, sede de la Sociedade São Jorge do Gantois, Ilê Iya Omin Axé Iyamansê, reconociendo todo el trabajo realizado por Mãe Menininha. Este momento es emblemático, ya que no sólo se celebraban 50 años del cargo de la madre de santo, sino que este sistema de creencias sobrevivió a todos los ataques por desaparecerlo y erradicarlo, en gran medida, por el compromiso humanístico, social y político de Jorge Amado que plasmó en su producción literaria para generar una consciencia.
Notas
1 El novelista del pueblo se fundió en el / propio pueblo y se volvió su intérprete, / el heraldo de sus luchas y esperanzas. / Y fue en esa condición que él se sentó / en la silla de Obá do Axé Opô Afonjá. [traducción libre].
2 El Candomblé bahiano es muy complejo como sistema de creencias, más que abstraerlo es concreto, se vive y posee sus leyes de secreto. Para un breve acercamiento pueden leerse las siguientes obras clásicas al respecto: Roger Bastide, O candomblé da Bahía: rito nagô; Abguar Bastos, Os cultos mágico-religiosos no Brasil; Edison Carneiro, Candomblés da Bahia; Pierre Verger, Lendas Africanas dos Orixás. En la licenciatura realicé mi tesis sobre Mar Morto, un estudio sobre los personajes y su correlación con la diosa de los mares: Iemanjá; en la tesis de doctorado trabajé dos novelas más de Amado, Jubiabá y Tenda dos Milagres, un análisis de la cultura popular bahiana. Con respecto a la vida y obra del escritor bahiano y su vínculo con esta religión, se puede consultar: Navegação de Cabotagem. Apontamentos para um livro de memórias que jamais escreverei, asimismo, la página de la Fundación Casa de Jorge Amado: http://www.jorgeamado.org.br/
3 “-¿Los diputados son todos así?- Todos. Unos ruines. Unos ladrones. […] La revolución cortaría la cabeza a un gran número de políticos, pagaría la deuda externa del país […]” [traducción libre]. (Jorge Amado, O Pais do Carnaval, p. 24.) Esta postura política no mudó con el paso de los años, en su libro de memorias señala que estos funcionarios son sumamente corruptos: “De brasileños no tienen casi nada: el saber, aunque libresco y limitado, los coloca por encima de la ciudadanía, se sienten superiores, repudian la creación popular, vuelven la cara, se tapan la nariz para no percibir los olores de la calle, de la plaza pública”. (Jorge A., Navegación de cabotaje, p. 273.)
4 Jorge A., Cacao / Sudor, p. 13. En esta novela se recrea la pobreza de los peones que indigna, como es el caso de los malos sacerdotes que pacificaban toda reacción: “El cura, vestido de oro y seda, nos daba envidia. […] Afirmaba que la gente debía obedecer a los patrones y a los curas. Que no debía prestarse oídos a las teorías igualitarias. […] Amenazaba con el infierno a los malos que se rebelasen y ofrecía el cielo a los que se conformasen” (Ibid., p. 73).
5 Ibid.,p. 4. Esa tradición de los “encomenderos” o “caciques” que se desarrolló en las haciendas de azúcar, café, cacao o henequén fue una forma recurrente de explotación humana y devastación de los recursos naturales en toda Latinoamérica. Cacau es el punto de partida de otras obras medulares de este autor, con respecto a las haciendas de cacao en el Nordeste brasileiro: Terras do sem fim (1943), São Jorge dos Ilehús (1944) y Tocaia grande (1984), son novelas en donde los coroneles se imponían mediante la retórica de la violencia: “tierras abonadas con sangre humana”.
6 “Un mundo fétido, sin higiene y sin moral, con ratones, groserías y gente. Obreros, soldados, árabes de habla tortuosa, vendedores ambulantes, ladrones, prostitutas, costureras, estivadores, gente de todos los colores, de todos los lugares, con todas las vestimentas, llenaban el piso”. [traducción libre]. (Jorge A., Suor, p. 11.) En el Pelourinho se encuentra actualmente la Casa Fundación Jorge Amado, la calle es uno de los atractivos turísticos más importantes de esta ciudad. Como dato anecdótico, en 1974 se dio la coincidencia que en esta calle se filmaran tres películas basadas en novelas de Amado: Nelson Pereira dos Santos con Tenda dos Milagres, Bruno Barreto con Dona Flor e seus Dois Maridos y Marcel Camus con Os Pastores da Noite. Con respecto a los espacios vid., Bahía de Todos los Santos: guía de calles y misterios.
7 “Es necesario acabar con la exploración. Nosotros somos muchos, pobres, sucios, sin comida, sin casa, viviendo en esos cuartos miserables. Explorados por los ricos que son pocos […] Es necesario que todos nosotros nos unamos, para defendernos […] Para la revolución de los obreros”. [traducción libre]. Ibid., p. 75.
8 “Un día Antônio Balduíno partirá en un navío y hará huelgas en todos los puertos. Ese día dirá adiós también. Adiós, mi gente, que ya voy, Zumbi dos Palmares brilla en el cielo. Sabe que el negro Antônio Balduíno no entrará más por el mar hacia la muerte. La huelga lo salvó. Un día él dirá adiós y agitará un lienzo desde la popa de un navío”. [traducción libre]. (Jorge A., Jubiabá, p. 221.)
9 “Y hablaba de su mujer, de la familia, de sus tres pequeñas. En su delirio veía un navío enorme, un transatlántico, anclado en los muelles. Venía a buscarlo hacia el fondo del mar, no era más un navío, era una nube negra de tempestad que anclava en los muelles. […] ¿Dónde está su mujer, dónde están sus hijas para darles el adiós?” [traducción libre]. (Jorge A., Mar morto, p. 84.)
10 “En los muelles el viejo Francisco menea la cabeza. Una vez, cuando hizo lo que ningún maestro de embarcación haría, él vio a Iemanjá, la dueña del mar. ¿Y no es ella quien va ahora de pie en el Paquete Volador? ¿No es ella? Sí, ella es. Es Iemanjá, quien va allí. Y el viejo Francisco grita hacia los otros muelles:
—¡Vean! ¡Vean! Es Janaína.
Miraron y vieron. Doña Dulce observó también desde la ventana de la escuela. Vio una mujer fuerte que luchaba. La lucha era su milagro. Comenzaba a realizarse. En los muelles los marineros vieron a Iemanjá, la de los cinco nombres. El viejo Francisco gritaba, era la segunda vez que la veía. Así cuentan en la viera de los muelles”. [traducción libre]. (Ibid., p. 194.)
11 “Ese bando que vive de la rapiña se compone, por lo que se sabe, de un número superior a 100 crianzas de las más diversas edades, yendo desde los 8 a los 16 años. Criaturas que, naturalmente debido al desprecio dado a su educación por padres poco servidos de sentimientos cristianos, se entregaron en la inocencia de los años, a una vida criminal”. [traducción libre]. (Jorge A., Capitães da Areia, p. 4.) En ese año de su publicación, se perpetuó el golpe de estado de Getúlio Vargas y se implantó el Estado Novo, Amado tuvo que autoexiliarse, en la parte final de la obra indica la voz narrativa: “A bordo del Rakuyo Maru, subiendo la costa de América por el Pacífico, camino hacia México, junio de 1937” (Ibid., p.270). Mientras Amado se alejaba para autoexiliarse, se consumaba la infamia contra su obra: O Pais do Carnaval, Cacau, Suor, Jubiabá, Mar Morto y Capitães da Areia fueron tachados de subversivos y quemados en la plaza pública.
12 “Años después los periódicos de clase, pequeños periódicos, […] publicaban siempre noticias sobre un militante proletario, el camarada Pedro Bala, que era perseguido por la policía de cinco estados como organizador de huelgas, como dirigente de partidos ilegales, como peligroso enemigo del orden establecido”. [traducción libre]. (Jorge A., Capitães da Areia, p. 270.)
13 “Castro Alves nació bajo el signo del amor más libre, de los instintos luchando contra los preconceptos, del hombre procurando su felicidad contra todo y contra todos” [traducción libre]. (Jorge A., ABC de Castro Alves, p. 18.)
14 “En esas tierras del Sur, amiga, nació Luis Carlos Prestes. Y su nacimiento marca el instante en que comienza el fin del tiempo de los tiranos. Su nacimiento es la prueba de que la raza de los aplastados ya había adquirido suficiente fuerza para derrumbar a los tiranos y ganar la libertad”. [traducción libre]. (Jorge A., O Cavaleiro da Esperança. Vida de Luís Carlos Prestes, p. 35.)
15 Jorge Amado luchó por la libertad de culto, porque desde muy joven se acercó a los grupos de Candomblé bahianos, en un primer momento con el Pai do Santo Procópio y del terreiro de Joãzinho da Goméia, fue nombrado ogã y durante años cumplió con este cargo de “protector”, y cumplió muchos años con su obligación; empero su consagración fue en 1961, en el Axé do Apô Afonjá a cargo de Mãe Menininha dos Gantois, lo distinguieron como ministro de Xangô: Obá Orulo.
16 Esa es mi contribuición a la Constituición Democrática de 1946. Transformada en El artículo de ley, la enmienda funcionó, la persecución a los protestantes, la violación de sus templos, de sus tiendas espirititas, la violencia contra el candomblé y el umbanda se tornaron cosas del pasado. Para algo sirvió mi elección, la pena de cadena que cumplí en el Palacio Tiradentes, constituyente apagado, diputado de poca valía. Es tal la importancia de su contribución, que el siete de enero se conmemora en Brasil, el “Día del Lector y el Día de la Libertad de Cultos. En el centenario de su natalicio, el Congreso brasileño le rindió un homenaje solemne, cuyo legado fue celebrado ese año.
17 Jorge A., Conversaciones con Alice Raillard, p. 84. El artista plástico Carybé y el antropólogo Pierre Verger se unieron a Amado y realizaron monumental contribución al Candomblé bahiano, véase: La Trilogía Entre Amigos, a cargo de la Fundação Pierre Verger, editado por la Fundación y Solisluna Editora, y que contó con el patrocinio de Odebrecht: la trilogía se compone de Carybé & Verger – Gente da Bahia (2008); Carybé, Verger & Caymmi – Mar da Bahia (2009) y Carybé, Verger & Jorge – Obás da Bahia (2012); Asimismo, el ensayo que publiqué en la revista Alpha de Brasil, intitulado: “Jorge Amado y su complicidad artística con Carybé y Verger”.
18 “Los puestos de ogã y obá son determinados por el orixá. Cabe al ogã el papel de padrino y protector del terreiro, en tanto el cargo de obá es de un ministro. Se exige identidad para ejercerlo, sabiduría y conocimiento. Ogã y obá son autoridades a quien se toma la bendición y forman parte del alto consejo que dirige el candomblé. Véase, por lo tanto, que muy pocos llegan. Solamente aquellos que dan testimonio público reciben del orixá esta gran honra”. [Traducción libre]. (Ruy do Carmo Póvoas, “Jorge Amado: Ficcionista, Ogã y Obá” en Colóquio Internacional 100 anos de Jorge Amado. História, Literatura e Cultura, p. 45.)
Bibliografía
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BAHIA, Salvador, Trilogía Entre Amigos, Fundação Pierre Verger / Fundación y Solisluna Editora: la trilogía se compone de Carybé & Verger – Gente da Bahia (2008); Carybé, Verger & Caymmi – Mar da Bahia (2009) y Carybé, Verger & Jorge – Obás da Bahia (2012).
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