José Francisco Barrón Tovar
Determinar la manera en que se configuran y se consolidan los problemas filosóficos es un trabajo arduo de investigación histórica. Algo que permiten los procedimientos y mecanismos institucionales de la academia es facilitar esa investigación. La filosofía ejercida de manera académica documenta sus procesos, por momentos, de forma obsesiva, cada vez de manera más digital. Realizar ese trabajo de investigación histórica usando documentación digital —aceptando que exista un documento digital— permitiría conocer parte de la conformación de aquello que los filósofos mexicanos, de la Universidad Nacional Autónoma de México, consideran cuestión suya. En ello se esbozarían unas políticas1 de producción de discursos y conformación de problemas que interesan a estos filósofos.
Lo que buscaré en este texto es hacer ese ejercicio de genealogía digital en relación con el surgimiento reciente, en la academia filosófica de la UNAM, del término “experiencia” como problema filosófico. Queda pendiente qué tanto es posible aceptar en la institución filosófica y en la institución académica de la filosofía estas formas de producir discursos —argumentos y pruebas— con ayuda de la tecnología digital.
En la producción actual del ejercicio del pensamiento filosófico en México, el término “experiencia” aparece más que en otros momentos.2 Parece importarnos un poco más que en otros momentos de la historia ejercer pensamiento filosófico en relación con él. Se trata de un problema de historización del ejercicio del pensamiento filosófico en México. ¿Cómo es que se nos ha conformado este término en un problema y en algo interesante para el ejercicio filosófico? ¿Podemos saber en qué momento eso se volvió algo que valía la pena estudiar? Se trata de un problema de producción y transmisión en el pensamiento mexicano, esto es, de política de la producción del discurso y del pensamiento. En relación con esto, ¿cómo hacer pequeños recorridos genealógicos experimentales del uso del término “experiencia”? ¿Eso nos mostraría la emergencia del problema que tratamos con el término “experiencia” en la producción del pensamiento filosófico mexicano actual?
Hasta el lunes 13 de marzo de 2017,3 la base de datos de tesis de la Dirección General de Bibliotecas (DGB) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) contaba con 3715 trabajos terminales de filosofía de diversos grados —licenciatura, maestría y doctorado— desde 1928 hasta 2017.4 Existe una clara tendencia ascendente en la producción total de trabajos terminales de filosofía en la UNAM desde 1928 hasta el presente —si en 1963 tenemos 16 trabajos, en 2015, el año en donde hasta el momento ha habido más trabajos de este tipo, tenemos 257—:
Como puede verse, la tendencia de producción de trabajos terminales de filosofía ha mostrado un aumento exponencial a partir del año 2006. Ello se ve reflejado fuertemente en la producción de tesis que usan el término “experiencia”.
El archivo limpio donde aparecen los títulos de las tesis5 cuenta con 42852 palabras totales y 6028 de ellas con apariciones únicas. Hagamos una lista de los 15 términos que más aparecen:
Término |
Número de apariciones |
filosofía |
519 |
pensamiento |
223 |
concepto |
207 |
ética |
204 |
crítica |
197 |
teoría |
169 |
problema |
166 |
política |
159 |
ciencia |
141 |
obra |
128 |
historia |
112 |
análisis |
111 |
Hegel |
101 |
arte |
91 |
Antes de entrar a la revisión del término “experiencia” se podrían señalar varias cuestiones relevantes a apuntar aquí respecto a estos 15 términos que más aparecen en los títulos. El término con más apariciones es “filosofía”. Pero, ¿qué necesidad hay de reafirmar que los trabajos recepcionales son de “filosofía”? ¿Esto señala algo en relación con la reafirmación de un espacio institucional? ¿Se trata de una necesidad de hacerse visible entre los saberes dominantes en México
Otra cuestión interesante comienza cuando se nota que términos persistentes son “pensamiento”, “concepto”, “problema”, “análisis”, “crítica”, “estudio”, “teoría” o “propuesta”. Aquí se podrían avanzar algunas preguntas que, a título experimental, señalarían genealogías a realizar en el ejercicio del pensamiento filosófico mexicano: ¿Acaso éste no se plantea afirmativamente sino como una propuesta, un estudio? ¿Se presenta como un acercamiento, como un análisis, como una tentativa, antes que como algo terminado, un sistema, un tratado? ¿Se quiere una crítica antes que un discurso perfectamente acabado? Por otra parte, las disciplinas que más aparecen son la “ética”, el “arte”, la “política” o la “estética”. Y, ¿esto señala, acaso, una predilección por la forma del pensamiento filosófico en México? ¿O acaso la predilección de estos temas señalan políticas de producción de saber que remiten a grupos, a instituciones y a personajes, antes que al ejercicio mismo del pensamiento como se realiza en esta institución? ¿La filosofía en la UNAM requiere una propuesta ética o con base en un fundamento ético, una crítica política, un estudio estético?
2001 es el último año, con excepción de 2004 y 2008, en que sólo es realizada una tesis de cualquier grado en cuyo título aparece el término “experiencia». A partir de ese año, las tendencias de aparición del término en los títulos aumenta hasta llegar a 8 en 2012 y 2015. La gráfica a continuación muestra esta tendencia al aumento a partir del año 2001 hasta que en 2009 despega.
Como se ve en la gráfica el incremento es constante. ¿Ello quiere decir que es reciente el problema de la “experiencia” o, al menos, el uso de un discurso que necesita usar el término “experiencia” en el ejercicio de este pensamiento filosófico? ¿Esto implicaría una tendencia que marcaría la forma de ejercer el discurso filosófico actual entre los pensadores de la UNAM? ¿Habría relación entre el incremento en el interés y el uso de un término específico en los títulos de trabajos terminales de filosofía y una modificación en el ejercicio de lo filosófico?
Con 63 apariciones6 en los títulos de las tesis, el término “experiencia” sería aquél que ocuparía el lugar 27.7 El archivo con únicamente las palabras de los títulos de tesis donde aparece el término experiencia tiene 821 palabras y 321 palabras aparecen una sola vez. Es interesante comparar con otros términos que interesan a quienes se dedican a la producción de discurso filosófico, por ejemplo “conocimiento” que aparece en 91 títulos o “pensamiento” que aparece 223 ocasiones, “concepto» en 207, “problema” en 116 y “análisis” en 111 (Ver Fig. 2).
Si enlistamos los 15 términos que más aparecen solamente en las 63 tesis que usan “experiencia” en sus títulos obtendríamos esto:
Término |
Número de apariciones |
experiencia |
63 |
filosofía |
11 |
estética |
6 |
arte |
4 |
diálogo |
4 |
mística |
4 |
obra |
4 |
pensamiento |
4 |
Walter Benjamin |
4 |
reflexión/ones |
4 |
aprendizaje |
3 |
concepto |
3 |
danza |
3 |
poética |
3 |
Si es interesante que el segundo término que más apariciones tiene en los títulos relacionados con el término “experiencia” es “filosofía”, es significativa la diferencia entre sus apariciones (63 de “filosofía” y 11 de “experiencia”). ¿Esto quiere decir que cuando se trabaja “experiencia” en los trabajos recepcionales, los discursos no se presentan como un acercamiento, un análisis o una tentativa? ¿Habría una característica propia del discurso filosófico académico que atienda la cuestión de la “experiencia”? ¿Si se trabaja “experiencia” en una tesis de filosofía, no es necesario recalcar su carácter filosófico?
Si adelantáramos —arriesgando afirmaciones provisionales usando la lista más abajo desglosada y los términos que aparecen en ella— proponiendo que se trata de tendencias en la reciente producción de discursos filosóficos producidos en la UNAM sobre la “experiencia”, quizás podría encontrarse que:
•Las tesis cuyo título llevan el término “experiencia” muestran un interés en discutir el ejercicio del pensamiento filosófico; la forma en que se presenta este interés podría perfectamente investigarse.
•El problema de la “experiencia” se encuentra en relación con los problemas de los sentidos.
•El problema de la “experiencia” se encuentra en relación con el problema de las artes.
• Los títulos de las tesis señalan una tendencia hacia problemas políticos y religiosos cuando tratan sobre la “experiencia”.
• Hay un interés en los problemas de la subjetividad y las formas de memoria en las tesis que tratan sobre la “experiencia”.
Si se visualizan las relaciones que el término “experiencia” mantiene con otros términos en los títulos de las tesis, podríamos avanzar en nuestras sospechas. En una visualización de nodos aparecen los términos “estética”, “concepto”, “pensamiento”, “obra”, “estudio”, “enseñanza”, “memoria”, como aquéllos más cercanos en los títulos de las tesis. ¿Habría un interés en el ejercicio de la transmisión del pensamiento en relación con el término “experiencia” en los trabajos recepcionales? Parece que estas cuestiones se repiten.