Resulta hoy innegable la afirmación de que el confinamiento obligado por la pandemia de la COVID-19 ha afectado el derecho a la educación de niñas, niños, adolescentes y jóvenes (NNAyJ) en el mundo entero; que ha puesto en riesgo el cumplimiento del objetivo de desarrollo sostenible número 4 y las metas para el 2030.